La Thermomix sonora
Llevas un día de perros, todo te está saliendo mal, nada te funciona, piensas seriamente qué hacer con tu vida. Llegas a casa y tienes que preparar la comida, un problema serio, más que nada, porque no sabes cocinar, pero antes, pones tu disquito de la semana, Depravador, de VOR… Encuentras una thermomix y empiezas a echar ingredientes de forma brusca y con muy mala leche: doom, experimental, industrial, noise, punk, sludge…, son algunos de estos ingredientes. Y rezas, rezas sin ser creyente para que el resultado sea de buen gusto y para recordar. ¡Y lo es! Lo es, porque estos son los sonidos de VOR para su segundo álbum, quedando sorprendentemente bien agrios y vomitivos. Entiéndanse que estos dos adjetivos, son los idóneos, de forma positiva, para Depravador. No se confunda la gente, ¡por Dios!
Después de cincuenta minutos y de escucharlo unas cuantas veces, este nuevo álbum del dúo formado por Iván (bajo, ruido y gritos) y Edu (batería, ruido y gritos), se convierte en una experiencia hecha solamente para amantes de la música incomoda, experimental y anárquica. Aparte del popurrí de estilos que el disco contiene, pero manteniéndose siempre en una misma línea, es importantísimo destacar su concepto, forma de ejecutar cada tema y el resultado final de todo el trabajo. Como decía antes, a la hora de hacer la comida, mucha mala hostia, y mucha distorsión, además de gritos, para ser agradecidos con un álbum notable que estos tipos nos han querido regalar.
Fijémonos en la apertura de nueve minutos con el corte que da nombre al disco. “Depravador” es distorsión de bajo en plan abismal, al igual que sus voces, y una batería, que ni los morteros M120 israelíes. Potencia pura y dura. Baquetazos y tocamiento de cuerdas destructivos. Un comienzo perturbador, loco, maravilloso y magistral, sobre todo, su tramo final, donde el ruido se apodera de nuestras mentes y nos colapsa el cráneo por completo. La siguiente es “Black Goat”, tema que continua demostrando la fiereza de este dúo, la rabia que desprenden y la sinceridad con su mensaje musical. Brutal, pero brutal la voz de Iván, desgarradora hasta límites inimaginables. Tanto este tema, como el disco en general, contiene sonidos que me recuerdan a bandas como Today Is The Day, voces que me transportan también a la misma banda, pero por supuesto, al punk más avasallador, ritmos a lo Black Cobra y Floor, y también, sonoridades que están en la senda del ruido angustioso.
El comienzo de “Blood… Fear… Knife… Sin”, joder, me recuerda mucho a “We Who Are Not as Others”, de Sepultura, es otro ejemplo más de la suciedad y contundencia con la que ambos maltratan sus instrumentos y quieren que suene su música. Las voces, que deberían de tener un apartado para ellas únicamente, son uno de los puntos más importantes en esta formación. Desgarradoras, enfermas como más me gustan a mí, llevadas hasta el punto de perder la vista por gritar y echar todo lo que llevas dentro. ¡Tela! Y antes de los dos covers (“Depravador” Coffins version y “Depravador” Noise Hole), dos cortes que entran -y no salen- de la experimentación y el industrial noise, temas que me recuerdan a Massona (Yamazaki Maso) en plan menos radical, y a Merzbow, tenemos una recta final de mucho riesgo con “Daga” y “Dark Fraga”. Su duración de más de veinte minutos entre las dos, ya hace a uno imaginarse el devenir de cada una de ellas. La primera, “Daga”, es más persuasión sonora, más escapismo de esta vida gracias a unos minutos ensordecedores, locos y magistrales, donde no puede dejar de alucinar con la capacidad compositiva y calidad instrumental de Iván y Edu. En “Dark Fraga”, como invitada a las voces, nos encontramos con Anxela (Bala), aportando más malestar, si cabe, a un ya de por sí trabajo agitado con una thermomix al máximo de sus revoluciones y potencia. Casi once minutos en los que VOR se despachan demostrando que con dos tipos es más que suficiente para crear mundos deseados, tengan el aspecto que tengan, a base de fuerza y tesón. Estridencia y alteración para este final depravador.
La portada del álbum está creada por Calabaza Cósmica y no podía ser más fiel al contenido que uno se encuentra dentro. Los sellos, porque son varios, encargados de editar este trabajo han sido: Noizeland Records, Nooirax Producciones, Odio Sonoro, Third I Rex, Sacramento Records, Base Record Production y Fuzz T-Shirts. El trabajo salió el 19 de mayo, se grabó en La Cortina Roja durante 2017 y se masterizó en Kadifornia Mastering en 2018.
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