Han vuelto los chicos de St. Louis, Missouri, Ashes and Iron. Un nuevo trabajo, The Wind Takes a Side, caliente aún por su reciente edición, donde la principal novedad es la ausencia de la desgarradora voz del frontman, que ya se pudo disfrutar en su primer trabajo, Silens (2008) -mencionado en la web en su día-. Un álbum con tres temas que superaban la media hora, de muy notable calidad, y en el que relucía agresividad, medios tiempos y buena armonía en su conjunto, elaborando un magnífico Post-metal fino, oscuro y gutural. Un gran sabor de boca que ahora se puede continuar con el nuevo álbum.
The Wind Takes a Side está compuesto por cuatro temas creados con la misma química de aquellos lejanos temas, pero a falta de voz, volcándolo todo en sus composiciones instrumentales, las cuales están impregnadas de sombríos ritmos, música ambiental y alternancia en los tiempos, mostrándonos las dos grandes facetas de esta magnífica banda. Pasajes fríos donde se debe mantener la cautela, porque sus cuerdas y percusión no dejan de acechar. Sus ritmos nos enmudecen y hacen que disfrutemos con paz y calma las dulces guitarras, un bajo que nos marca el sendero y una batería que guarda nuestra espalda. Pero luego, esa otra parte tan bien caracterizada, hace que salten los lobos –haciendo alusión a la portada– para despedazarnos con cortantes notas que nos despertarán de esa dulce y sosegada marcha musical de la que se puede disfrutar. El disco es el contraste de la luz que se esconde entre la densa naturaleza y la frialdad de la misma, para dejarnos ver, de vez en cuando, sentir esos rayos de luz que penetran a través de nuestros oídos.
Los cuatro temas son por igual de un alto nivel en cuanto a composición, calidad y madurez. Se prescinde de una voz que yo sí hubiera introducido, pero los de Missouri han visto oportuno lo contrario. “Supertistion Drags Us Down”, encargado de abrirnos paso entre el bosque, se caracteriza por sus suaves toques de percusión y acordes de cuerdas, más delicados aún, para luego empujarnos al fondo de ese bosque y cambiar de vibraciones, subiendo la fuerza y sacando la garra de sus instrumentos. El segundo tema, “Not All Daying Words Are True”, con otro comienzo relajante, bello y ambiental, cambia de tornas a medio camino para enmudecernos hasta el final. Esta pieza sea probablemente lo mejor del disco con permiso del último tema. “Invisble Wires”, el tercer corte, muy atmosférico, vale de puente para equilibrar entre lo escuchado con anterioridad y lo que viene para terminar. Cerrando todo está, “The Wind Takes a Side”. Post-metal electrizante, con una potencia descomunal en sus momentos más duros y sedoso cuando quiere que se nos hipnotice. Aquí, y para culminar un gran disco, la maestría de sus músicos, más que irrebatible, estalla.